Mostrando entradas con la etiqueta casillas de camineros. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta casillas de camineros. Mostrar todas las entradas

lunes, 22 de junio de 2015

Entrevista publicada en A Mariña (El Progreso)


EMERGENTES

Delia Díaz
Autora de "La casilla de Guadarrama", una novela ambientada en parte en Ribadeo.

"Los misterios, los hallazgos y la intriga son ingredientes principales"

Texto I.G.
Foto I.G.

¿Cómo arranca su novela?
Es una historia familiar a partir de unas viejas memorias escritas a máquina. Es un buen punto de partida para una novela en la que los misterios, los hallazgos y la intriga son el ingrediente principal.

Todo ello mezclado también con otros elementos y gran presencia de la historia
"La Casilla de Guadarrama" nace de la fascinación por acontecimientos históricos vividos en el contexto de la Guerra Civil española. Ribadeo es la localidad natal de uno de los personajes centrales de la historia y está muy presente en este texto que acaba de salir a la venta.

Su trabajo para la novela comenzó a raíz de precisamente de una obra de su padre.
Fue tras leer ese texto que recoge la historia completa de César Díaz Echevarría bajo el pseudónimo de Carlos, que comencé una investigación que me llevó a dar con el lugar concreto donde transcurren estos terribles sucesos. La novela está a la venta a través del blog que lleva su nombre, donde además se pueden intercambiar impresiones. 

viernes, 12 de junio de 2015

Los peones camineros y las casillas

Si eres una persona joven es posible que no hayas oído hablar nunca de los peones camineros, ni de las casillas. En los años 80, cuando jugábamos en la calle y en el campo libremente, sí era más frecuente toparse con alguna de estas construcciones hoy practicamente en desuso. 

Los peones camineros eran funcionarios a sueldo del estado, y su misión era la de tener a punto las carreteras, evitar la formación de baches en los caminos, hacer desagües, limpiar los arcenes de maleza, etc. Las comunicaciones en el siglo XVIII y XIX no eran las de ahora, y era necesario que vivieran a pie de carretera para ejercer con eficacia su trabajo.

Así es que en cada tramo de carretera había una casilla y el peón vivía en ella con su familia. El cuerpo de peones está hoy extinguido, aunque quienes habitan aún la vivienda pueden disponer de ella mientras vivan. Pocas se ven ya, pero al borde de las carreteras nacionales o comarcales aún puedes ver alguna, como ésta de la foto, situada en Curtis, todas cortadas por el mismo patrón. 

La casilla de Guadarrama era también una casilla de peones camineros, aunque por su tamaño y por la descripción que hace mi abuelo no estaba habitada antes de la guerra sino que era usada para guardar maquinaria y material como postes o herramientas.