La sierra de Madrid está llena de antiguos sanatorios, como hubo en tantos otros puntos de España, construidos a principios de siglo para hacer frente a la epidemia de tuberculosis que padeció nuestro país. Precisamente en la antigua nacional VI, tras pasar el pueblo de Guadarrama y bordear el túnel de la autopista, está la estructura vacía del antiguo sanatorio de Tablada.
Recortes de hemeroteca de la época / Doc. de A.G.V. |
Como ya avanzamos en el post "El misterioso sanatorio de Tablada", este centro médico dejó su huella en los periódicos de la época. Uno de los más extensos es El Imparcial, que en su edición del 9 de diciembre de 1924 recoge una crónica de su acto inaugural presidido por el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia.
Se trataba de un centro sanitario estatal, en plena "cuesta del León", y muy cerca de la estación de ferrocarril de La Tablada. En el acto de inauguración al que asistieron un largo séquito de personalidades encabezadas a nivel local por el alcalde de Guadarrama, el juez y diversas autoridades de la zona. También diversos miembros destacados de la nobleza vinculados con lo sanitario, como representantes del Real Patronato de Lucha Antituberculosa, creado en 1924 y del que formaban parte las allí presentes como la condesa de Romanones, la duquesa de la Victoria, las condesas de Heredia-Spinola y TorreArias, las marquesas de Aldama, Comillas y Argüelles. Un buen número de doctores con cargos en diversos centros sanitarios de la capital, así como inspectores y políticos designados a labores del sector sanitario asistieron también a la apertura de este centro y son glosados en la crónica periodística casi de forma nominal.
La historia
Los arquitectos, Manuel Cardona y Amós Salvador, tuvieron
un lugar destacado en el evento, así como la viuda de Lago, benefactora y
principal artífice de este sanatorio que costó en su día un total de
2.446.689,41 pesetas. La prensa de la época en recortes que hemos conocido gracias a la investigación de Alberto, un guadarrameño interesado en la historia local, pone de manifiesto también que este hospital fue pionero. Así lo recoge el diario La Tierra de Segovia, en diciembre de 1921: "hasta hoy no tenía el Estado Español ni un solo sanatorio para atender a tan urgente necesidad de sanidad pública".
La hemeroteca recoge bien los orígenes de la construcción de este centro. La señora viuda de Lago, Clementina Lanchares, tenía un hijo capitán de artillería que murió a consecuencia de la tuberculosis, en algunos medios hemos leído que dos. De ahí que se decidiera a abonar el terreno y sufragar parte de la construcción del edificio que tenía capacidad para cien enfermos de los cuales 72 serían gratuitos. Como apunte curioso, la señora Lago quiso ceder también una plaza a la Asociación de la Prensa para un profesional que pudiera padecer esta enfermedad.
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