jueves, 28 de mayo de 2015

El Sanatorio abandonado de Tablada

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El Sanatorio de Tablada puede verse aún, en estado de abandono, poco antes del Alto del León. Es solo uno de los muchos hospitales que poblaron la sierra de Guadarrama, y otros lugares montañosos de España, durante las primeras décadas de este siglo. Hoy hay quien busca fantasmas en ellos, y no anda desencaminado, pues la historia ha hecho que fueran escenario de circunstancias terribles.

Es poca la información que hay sobre estos sanatorios. Tuvieron su auge en los años 20-30, cuando la tuberculosis era un serio problema que solía conllevar la muerte, y necesitaba del aislamiento del enfermo. En estos hospitales, quien podía pagarlos, vivía durante meses respirando aire puro y con constantes cuidados médicos. He leído que muchos de estos enfermos se desesperaban al verse abandonados por su familia allí y buscaban el suicidio. Otros, muy pocos, salían adelante; muchos fallecían.

Éste del que hablamos tiene además una historia triste. Durante la Guerra Civil fue usado por los combatientes sobre todo del bando republicano que resistían los ataques nacionales. No hablamos del edificio actual, que quedó inacabado, sino del sanatorio primitivo, el sanatorio Lago-Tablada, del que ya hemos hablado aquí. En él se curaba enfermos, se alimentaba a los soldados y sobre todo se sobrevivía. Lo he sabido porque mi abuelo describió varias escenas allí en sus memorias. Parte de ello fue recogido por Manuel Díaz Aledo en la novela "Malditas Guerras" y se refleja también en "La Casilla de Guadarrama".

martes, 26 de mayo de 2015

Malditas guerras, una novela precursora

Resultado de imagen de malditas guerras manuel díaz aledoAquellos folios escritos por mi abuelo durmieron en un cajón de un mueble de la casa familiar hasta que mi padre, Manuel Díaz Aledo, los recuperó en la novela "Malditas Guerras". Este libro recoge de una manera muy fiel a los acontecimientos lo que vivió César Díaz Echevarría durante la guerra civil española. 

En la novela, el protagonista se llama Carlos, y muchos otros que aparecen lo hacen con nombre ficticio. Pero los hechos narrados son fieles a la historia que es germen de esta novela. Entre sus páginas sentí la curiosidad de investigar más el pasado familiar y comencé a tomar algunas anotaciones y hacer preguntas. Tienes más info de "Malditas Guerras" aquí.

Las hemerotecas digitales del ABC y otros periódicos que hoy ya no existen fueron una auténtica joya para mi investigación. A través de ellas pude seguir el rastro de Manolo, el hermano de mi abuelo, que era un activo colaborador de varios periódicos de principios de siglo. Leí sus cartas, entendí sus preocupaciones y actividades en el Madrid de la época, percibí la inquietud intelectual de un sector de gallegos en los tiempos de preguerra. 

Y así, tirando del hilo y dejándome horas de sueño, fue tomando forma La Casilla de Guadarrama.

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viernes, 22 de mayo de 2015

Guadarrama en la guerra civil española

Guadarrama es una localidad situada al norte de la ciudad de Madrid. Se accede por la Autovía A6, la que va a A Coruña, y está antes del tunel que sortea el Alto del León. Su población es pequeña en invierno, unos 15.000 habitantes, y aumenta considerablemente en verano. 

La antigua carretera nacional VI pasa por el pueblo, sube hasta Tablada y luego al Alto del León, sorteando la orografía del terreno. Después desciende hasta San Rafael y se adentra en Castilla y León. Fue por tanto, un enclave estratégico durante la guerra civil española. Lo atestiguan los restos de construcciones y trincheras de tipo militar por toda la zona. Para recorrerlos, el Ayuntamiento de Guadarrama ha editado una guía muy completa de rutas de senderismo que puedes ver en su web en pdf.

Resulta estremecedor pensar que hace algo menos de cien años nuestros antepasados anduvieran a tiro limpio montaña arriba y montaña abajo. Recorrer sus sendas y visitar aquellos tristes refugios, donde fallecieron tantos hombres y mujeres, es una manera de entender la historia reciente de nuestro país.

En La Casilla de la Muerte, seguimos los pasos de César, un joven soldado que dejó testimonio escrito de los terribles acontecimientos que allí vivió, en los primeros días de la guerra civil española. César era mi abuelo y he tratado de novelar todos los acontecimientos que él vivió en primera persona en la guerra civil. De algunos de ellos no he encontrado ni rastro en los libros de texto. ¿Me acompañas en este apasionante viaje?


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jueves, 21 de mayo de 2015

Vivir para contarlo

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Las historias nacen del alma, del recuerdo, de la imaginación y de la experiencia. Desde niña quise escribir, como única cosa en el mundo. Al final hice algunas otras, y entre tanto, fui tejiendo los hilos de esta historia.

La casilla de Guadarrama está basada en una historia real, la de César y Manolo. Aquellos amarillentos papeles que quedaron en las carpetas de mi abuelo en la casa familiar, un superviviente de la generación que vivió la guerra civil española.

En todas las familias hay una historia. Ésta me puso los pelos de punta desde que la escuché por primera vez. Pasados bastantes años me dio por investigar y la novela tomó forma como por arte de magia. O la contaba o me estallaba dentro.

Surgió, torpemente, cuando la voz de esa generación de héroes terminaba de apagarse. Quienes vivieron la guerra conscientemente están llegando a edades centenarias, o ya no están entre nosotros. ¿A quién preguntaremos entonces?

Pero los libros no lo son si alguien no decide abrirlos, huir del mundo por unas horas o días, y embarcarse en el maravilloso viaje que es la literatura. ¿Nos vamos?